Desde la Fundación Nins recomendamos este libro a aquellos padres que se plantean el programa de actividades extraescolares del nuevo curso escolar y a los que sospechan que algo no acaba de funcionar bien en la relación con sus hijos.
Muchos de estos pequeños andan demasiado ocupados corriendo a la clase de violín, inglés o kumon como para entretenerse en lo único que permanecerá verdaderamente en su memoria: la dicha y el tiempo irrepetible de la infancia.
EL libro y el autor
Con esta nueva obra, el periodista canadiense Carl Honoré, nos explica que la "sociedad de la productividad" quiere eficacia en los métodos y resultados educativos: El mejor colegio, los mejores estudios universitarios, el máximo desarrollo de los talentos de los niños, parecen ser los objetivos últimos de muchos padres hoy.
El autor trata de mostrar por qué y qué sentido tiene el hecho de que la mayoría de los educadores se reconozcan presionados por “dar a sus hijos lo mejor de todo y convertirles en los mejores en todo”.
Muchos de estos pequeños andan demasiado ocupados corriendo a la clase de violín, inglés o kumon como para entretenerse en lo único que permanecerá verdaderamente en su memoria: la dicha y el tiempo irrepetible de la infancia.
EL libro y el autor
Con esta nueva obra, el periodista canadiense Carl Honoré, nos explica que la "sociedad de la productividad" quiere eficacia en los métodos y resultados educativos: El mejor colegio, los mejores estudios universitarios, el máximo desarrollo de los talentos de los niños, parecen ser los objetivos últimos de muchos padres hoy.
El autor trata de mostrar por qué y qué sentido tiene el hecho de que la mayoría de los educadores se reconozcan presionados por “dar a sus hijos lo mejor de todo y convertirles en los mejores en todo”.
Este libro, que se podría catalogar como un "tratado" de la educación, Honoré abre el debate y aporta datos de estudios llevados a cabo en distintos países con estilos y recursos pedagógicos muy dispares con conclusiones coincidentes: La solución pasa “por tratar a los niños como personas y no como proyectos. De esta forma crecen más felices, más sanos y más capaces de dejar su impronta en el mundo.”
Fuente: educarc.blogcindario.com/ Fundación Nins
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