miércoles, 23 de junio de 2010

Hablamos con María Batlle Mercadé, antigua componente del Grupo Nins

"En el estudio de Marta disfrutábamos ensayando y, según como, "creando" música"



En esta fotografía, María actualmente.



En la foto inferior, de izquierda a derecha: Ana Batlle Coderch, María Batlle, Luisa Batlle Coderch, Marta Minguella, Oriol Batlle Coderch, Víctor Gómez y Marc Oller.






















María Batlle Mercadé es licenciada en Derecho y formó parte de la última generación del Grupo Nins desde 1998 hasta 2003.

-¿Cómo llegaste a ser miembro del Grupo Nins?
Todo empezó yendo a clases de música al estudio de Marta Minguella, mis primas (Teresa, Ana y Luisa), llegaron un poco antes que yo y, viendo lo bien que se lo pasaban, les dije a mis padres que yo también quería ir a cantar con Marta. La verdad es que no recuerdo el momento exacto en el que pasé a formar parte de los Nins, supongo que día tras día, y después de muchas horas de ensayo, salieron concursos y actuaciones en que los Nins iban a seguir actuando como tales.

-De Marta Minguella, fundadora del grupo, ¿qué aprendiste de ella, tanto a nivel musical como humano?
A nivel musical, despertó en mí la pasión por la música, a Marta le debo el haber empezado clases de piano y, hace ahora seis años, clases de canto lírico. Siempre me ha sorprendido la extraordinaria facilidad que tenía para conseguir que, con no mucho tiempo, hasta aquél que desafinaba llegara a hacer un gran papel. El recuerdo que me llevé siempre del estudio es que disfrutábamos interpretando y, según como, “creando” música.
A nivel humano, me enseñó a vivir el día a día no esperando que la vida nos sonría, sino sonriendo a la vida, a tomarme las cosas con filosofía. Aprendí que la mejor manera de mejorar y ser feliz, no es que esperar todo salga perfecto sino poner el mayor empeño y alegría en aquello en lo que queremos y creemos.

-¿Qué suponía para ti formar parte de los Nins? ¿Cómo era un día normal en el estudio de grabación?
El día que íbamos con Marta a cantar era el más divertido de la semana. Nos lo pasábamos en grande cuando íbamos a los concursos o a grabar algún disco, siempre pasaban cosas divertidas y hacíamos grandes merendolas. Habíamos llegado a estar muchas horas ensayando y grabando, pero se nos pasaban rápidas ya que Marta siempre tenía atenciones con nosotros para que nos riéramos y que, aquello que visto objetivamente podría parecer duro, fuera para nosotros un día genial.

-En los festivales infantiles donde concursabais, ¿existía rivalidad con otros grupos o era todo lo contario?
Creo que nunca tuvimos la sensación de tener rivales. Aún siendo conscientes de que estábamos en un concurso, nuestro principal objetivo no era ganar, sino pasarlo bien y actuar lo mejor que sabíamos. Recuerdo que con los demás grupos hablábamos como si fuéramos amigos de toda la vida, nos animábamos y aplaudíamos unos a otros alegrándonos por aquellos que lo estaban haciendo bien y esperando que los que no lo hacían tan bien salieran airosos de la actuación.

-Cuéntanos alguna anécdota que recuerdes con cariño en el estudio de grabación o en alguna actuación en TV.
...Soy un desastre para las anécdotas, no recuerdo ni las del cole, tendría que preguntar a mis primas o a Marta. Si quieres incluir ésta tendré que llamarles para que me ayuden…

-¿Qué diferencias crees que existen entre los niños de ahora y los de hace, por ejemplo, 30 años?
No creo que la diferencia esté tanto en los niños como en el entorno. Los inputs que reciben tanto de la sociedad misma, como de los medios o los padres, les hacen actuar, naturalmente, adaptándose a lo que les rodea. A veces parece que se busque que el niño no sea niño, sino que tenga actitudes adultas que no le corresponden a su edad y que suponen una descompensación del ritmo natural de crecimiento y madurez. Creo que todos y cada uno de nosotros, en la medida en que nuestras acciones repercutan en lo que ellos ven y oyen, deberíamos ser más responsables a la hora de procurar que los niños de hoy suban de la misma manera que lo han hecho siempre.

-Los padres de hoy, ¿también han cambiado? ¿Qué ha cambiado en la manera de educar?
Los padres de hoy siguen siendo padres y entiendo que quieren lo mejor para sus hijos. Sin embargo, creo que actualmente el problema está en el modo de educarlos. No se trata de ser permisivos, ni de ser amigo del hijo, sino de saber cómo y en qué momento corresponde felicitarlo, hacer broma o castigarlo. Parece que hayamos perdido de vista que el referente de los niños son los adultos y que las actitudes las toman de ellos. Si los padres no establecen un orden mínimo dentro, lógicamente, del cariño hacia el niño, ¿cómo van a discernir de qué es lo que les hará ser mejores o peores en el futuro? En definitiva, creo que en la sociedad de hoy deberíamos replantearnos la manera de educar a los hijos, procurando enseñarles aquello que corresponde a cada etapa de su crecimiento.

-Ya has firmado el manifiesto de la Fundación Nins, “Soy un Niño”. ¿Por qué crees que la gente debería firmarlo?
Creo que la gente debería firmarlo para manifestar que somos muchos los que deseamos que los niños sigan siendo niños y, sobre esa base, poner los medios para alcanzar ese objetivo, ya sea desde el propio hogar de cada uno como a nivel de la sociedad en general.


Muchas gracias María, ¡por tu tiempo y atención!

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